El operativo, activado bajo el Plan Nacional de Búsqueda y Salvamento Aeronáutico (SAR), contó con la participación de unidades especializadas de la FAP, la Marina de Guerra del Perú (MGP), el Ejército, la Policía Nacional y otras entidades públicas y privadas.
Mediante el uso de buques hidrográficos, patrulleras marítimas y equipos de buzos, se logró rastrear el lecho marino hasta encontrar el cuerpo de la oficial, aún sujeto a su asiento eyectable.
Según el comunicado oficial N° 017-2025, la ubicación se precisó gracias al hallazgo de combustible de aviación en la zona, detectado por buzos de la Escuela de Supervivencia en el Mar. La FAP destacó el “profesionalismo y entrega” de los equipos intervinientes, así como el apoyo de gobiernos regionales, bomberos, SERNANP y comunidades locales.
La alférez Vargas Mendoza, reconocida como Espada de Honor de su promoción, era considerada una profesional destacada por su “liderazgo y calidad humana”.
La institución expresó sus condolencias a la familia, afirmando que su pérdida “enluta a toda la Fuerza Aérea” y refuerza el compromiso con la seguridad operacional y la investigación transparente del accidente.