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La desaprobación del presidente Gustavo Petro alcanza el 60% en Colombia, según analistas, en medio de protestas agrarias que paralizan las carreteras hacia Bogotá. Mientras agricultores exigen soluciones económicas, el gobierno enfrenta críticas por usar el conflicto limítrofe con Perú como distracción, pese a que expertos lo consideran una maniobra política. La tensión social se agrava cuando sectores opositores denuncian que Petro prioriza discursos divisivos en lugar de diálogo.
El mandatario admitió que el paro de transportistas y productores de papa complica su gestión, aunque insiste en negociaciones. Sin embargo, su mensaje a la nación no logró revertir la percepción negativa, especialmente tras acusar a Perú de apropiarse de la isla Santa Rosa sin pruebas contundentes. Analistas advierten que, con 3 años de gobierno y elecciones próximas, la polarización podría profundizarse.
